lunes, 30 de noviembre de 2009

The Gathering

Una alegórica atmósfera de claroscuros se comienza a adueñar de tu estancia, en el instante en el que los primeros acordes resuenan cristalinamente a través de tu reproductor de música. Cierras los ojos, no porque quieras, sino porque lo necesitas. Algo flota en el ambiente que te impele a sentir únicamente a través de tu oído, para transportarte directamente hacia los metafísicos y primordiales lugares que la melodía te inspira para que visites. Caminas, corres, nadas, buceas, vuelas, planeas, caes y asciendes, repetidas veces, indistintamente o todo al mismo tiempo, pero puedes sentirlo con extrema suavidad. Hay una voz, límpida y tierna, que te mece y sabes que no te dejará durante todo el tiempo que dure este mágico viaje. Diversos sentimientos galopan en tu corazón.



Puede parecer triste, pero es bello. Puede parecer melancólico, pero es esperanzador. Puede parecer simple, pero es profundo. Puede parecer melódico, pero es vanguardia. Puede parecer música, y así es, se trata de The Gathering.





Desde los serenos y hermosos Países Bajos, nos llevan transmitiendo sus diáfanas y sosegadoras emociones desde hace cerca de dos décadas, con una notable evolución en el sonido, que comenzó a percibirse en sus primeros trabajos, principalmente, tras la incorporación de un elemento clave y fundamental: el delicioso y supranatural tono de la vocalista Anneke van Giersbergen.



Pero, antes de esto, allá por los años 1992 y 1993, sorprendieron e innovaron dentro del

panorama musical con dos albumes de exquisita factura, que denominaron Always y Almost a Dance, donde demostraron que eran otro de los grupos dentro de la emergente hornada de un estilo que todavía no estaba definido, pero que con el paso de los años, debido a sus diferenciadoras características, con oscuras atmósferas, riffs pesados y lírica opresiva, terminaría denominándose como Doom Metal. No obstante, The Gathering no iba a ser "otro de los grupos", sino que fueron mucho más, infinitas veces más, pero para ello se tuvo que incorporar a esta ascendiente banda la prodigiosa y sublime voz de Anneke, con lo cual se convirtieron en "el grupo", totalmente inclasificable, inimitable e indefinible.



Y ello se plasmó armoniosamente en su tercer disco de estudio, que fue titulado Mandylion y que, probablemente, sea el mejor disco de su carrera y su piedra angular para el resto de sus trabajos. En esta maravilla musical podemos encontrar toda clase de elementos sentimentales, emocionales, atmosféricos y melódicos, perfectamente condimentados y culminados por esa cálida brisa apaciguadora que evoca el registro vocal de esta increíble cantante. Asimismo, para no sucumbir en una reposada saciedad, se alterna esta sensación de infinita paz, con tintes oscuros, ambientales y pesados, haciendo que lo que, en principio, fuera un experimento, se convirtiera en una obra maestra de contrastes. Temas como Strange Machines, denso pero lúcido, tanto que parece evocar un imperceptible cristal; Eléanor, que es un arrebato de elaborados riffs y lírica perfección; o Sand and Mercury, que transpira una ilimitada belleza; son claros ejemplos de que su música no era para nada similar a la que cualquier otro grupo hubiera hecho hasta la fecha.





Tras la enorme majestuosidad de este disco, era harto complejo realizar uno que estuviera a su altura, sin embargo, con Nighttime Birds en 1997 y, posteriormente, How to Measure a Planet? en 1998, pudieron sostener el nivel compositivo, aunque se aprecia un relativo cambio en la instrumentación, ya que fueron abandonando paulatinamente el sustrato metálico que tenía su predecesor, para adoptar un estilo mucho más vanguardista y experimental, en el que sigue destacando, como una refulgente corona que se ciñe en cada una de las canciones, la voz de Anneke, que continuaba siendo delicada, arrobadora, pura y sensitiva. Una verdadera caricia para las percepciones más sensibles y un inmenso placer para cualquier persona con un mínimo de inquietud musical, que sienta que puede aventurarse en experiencias melódicas distintas a las habituales. En estos discos se llega a una especial trascendentalidad con la materia esencial de las cosas, recurriendo a metáforas vinculadas con la naturaleza para expresar sentimientos y emociones, lo cual se vislumbra especialmente en canciones como Shrink, My Electricity o Marooned.



Con If_then_else entraron en nuestra década con la misma intensidad con la que la habían rematado, prolongando este desarrollo y crecimiento musical hasta cotas más maduras, en cuanto a ese sentido experimental, que bautizaron con el término Trip-Rock, para definirse musicalmente. Aunque no es más que una etiqueta orientativa, relacionada con ese carácter renovador y audaz en su sonido, en el que confluyen varias corrientes relacionadas con el rock gótico y alternativo, la dulce melancolía y las insondables emociones. Por lo tanto, es considerado, por muchos, como el disco más completo de estos soberbios neerlandeses, porque aúna elementos de todos los trabajos anteriores: contundencia, etereidad, suavidad e intimismo. Las canciones Rollercoaster, Amity y la legendaria Saturnine son evidencias fundamentales de la fusión de características y, especialmente, de la estremecedora voz que expresa todas.



Sin embargo, su carrera musical adoptó otros matices con Souvenirs, en 2003, en el que manifestaron una inusitada progresión hacia la electrónica que habían esbozado hasta el momento tímidamente, además de caer incluso en rasgos relacionados con el pop, pero sin abandonar el rock. A pesar de ello, se mantiene la temática en su lírica, creando armoniosos ambientes de fluctuante naturaleza e infinita calma. Continúa siendo un disco a tener en elevada consideración, puesto que temas como Broken Glass, Monsters y la preciosa You Learn About It son piezas fundamentales en su carrera musical y en su discografía.



A partir de Home, en 2006, comencé a descuidar mi atención sobre el grupo, puesto que las modificaciones que sufrió en el sonido no terminaron de convencerme, sometido prácticamente al ostracismo al rock y sumergiéndose casi hasta la asfixia en un experimental minimalismo que desluce enormemente el registro de Anneke, pero en el que se siguen creando atmósferas acústicas de belleza primordial. Supongo que, por esta serie de cambios, finalmente, la vocalista anunció un año siguiente, en 2007, que se marchaba de “The Gathering”, lo cual provocó una profunda ruptura, no sólo en el grupo, sino en la ilusión de sus más fieles seguidores, entre los que me encontraba, al sentir que abandonaba este revolucionario proyecto musical el alma que le había dotado de verdadera vida.



Finalmente, con una nueva vocalista, Silje Wergeland, editaron hace unos meses su último disco, titulado The West Pole, que aún no he escuchado lo suficiente, pero podré decir que muchos de los elementos perdidos hasta entonces se recuperan por completo, como es el caso de la mayor presencia de la instrumentación acústica y melódica, en detrimento del prisma electrónico y experimental.



En mi particular visión musical, The Gathering es para mí uno de los grupos más influyentes dentro de la escena metálica, principalmente gótica, pero que ha ido abrazando tantos estilos y géneros (rock, pop, electrónica, progresivo, trip-rock, avant-garde, etc) que podría abarcar muchos más aspectos musicales, lo cual implica que llegue a muchísimos más oyentes que, estoy absolutamente convencido, disfrutarían con cada una de sus canciones, especialmente si son interpretadas por la insuperable Anneke (que ahora tiene su propio grupo, conocido como Agua de Annique).



Y en estos momentos de sentimientos profundos y emociones verdaderas, cuando mi mente sólo quiere viajar a un lugar con una única mujer, es una inestimable ayuda contar para este devenir con un sonido tan atmosférico e inspirador como este, con el que no sólo se puede imaginar el mar, sino sentir su sedosa urdimbre, su arropadora calidez y su eterna mirada.





... una mirada que jamás podrá traspasar nuestros fundidos cuerpos.





DISCOGRAFÍA



Always (1992)

Almost a Dance (1993)

Mandylion (1995)

Nighttime Birds (1997)

How to Measure a Planet? (1998)

If_then_else (2000)

Souvenirs (2003)

Home (2006)

The West Pole (2009)





MIEMBROS



Silje Wergeland: vocalista

René Rutten: guitarrista

Marjolein Kooijman: bajista

Hans Rutten: batería

Frank Boeijen: teclista



Anneke van Giersbergen: vocalista (1994 - 2007)





VIDEOTECA



THE GATHERING - STRANGE MACHINES (Mandylion)





THE GATHERING - ELÉANOR (Mandylion)





THE GATHERING - MAROONED (How to Measure a Planet?)





THE GATHERING - SATURNINE (If_then_else)





THE GATHERING - YOU LEARN ABOUT IT (Souvenirs)



















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