A más ver, Basil

Tiempo no me sonríe en los últimos tiempos, afortunadamente siempre tengo a Crom a mi lado... cuando bajo la guardia, él sostiene mi brazo con fuerza; cuando caigo víctima del desaliento, él alza mi cuerpo con ímpetu y me obliga a continuar; cuando la desesperación nubla mi entendimiento, él inflama mi corazón para proseguir la senda del acero que inicié hace lustros y que será mi destino final; él siempre estará a mi lado, siempre, al igual que lo estará el grandioso compositor Basil Poledouris, que el pasado 8 de Noviembre de 2006 falleció y ahora está sentado a la diestra de Crom en su brillante palacio en el Valhalla.



Puede que Basil no fuera tan célebre como otros compositores, ya sea John Williams, Danny Elfman, Hans Zimmer o Jerry Goldsmith, no obstante, su legado permanecerá eternamente en nuestra memoria, y su gloriosa y monumental banda sonora para la película Conan el bárbaro seguirá sonando ininterrumpidamente como un sueño que no tiene final, seguirá siendo el himno de aquellos que aún tenemos la capacidad de evasión y que nos resistimos a ceder ante un mundo en el que ya no quedan héroes, en el que la épica y la leyenda se relegan a planos secundarios. Tampoco hemos de olvidar sus otras magníficas composiciones como "El Lago Azul", "Los Señores del Acero" (peliculón), "Robocop", "La Caza del Octubre Rojo" o "Starship Troopers".



Y he aquí un vídeo homenaje que se ha hecho en memoria de Basil, que me resulta especialmente emotivo y que además servirá para que aquellos que no conozcan su esplendorosa obra, puedan llegar a concebir aunque sea mínimamente lo que llega a transmitir su música.



Hasta siempre, Basil
Tu música y tú seréis siempre INMORTALES.

¡POR CROM!

En las puertas de Tannhäuser

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana...

... un abortivo ser proveniente del agujero más insondable de todo el universo, se arrastraba, de manera intermitente, hacia el resto de formas de vida con la intención de compartir lo que su degenerada mente era capaz de producir (más bien poco y con excesivas incongruencias), plasmando todo ello en estos absurdos cantos. A veces vomitivo, otras ácido e irascible, y en su mayor parte, petulante, este ser de indescriptible aspecto saciaba a sus enfermos acólitos (sí, sí, no mire hacia los lados, ¡me refiero a usted!) con sus oscuras y nocturnas divagaciones. Pero este inefable engendro desapareció, e inició un viaje interplanar, más allá de las estrellas, en busca de los confines del cosmos, reinventándose en cada agujero negro que lo engullía, mutando por la radiación electromagnética de los púlsares, contactando con formas de vida imperceptibles para los sentidos humanos, y viviendo, al mismo tiempo, diferentes realidades en un mismo multiverso. Siempre perdido y extraviado, aunque ese es el estado en el que cualquier ser se encuentra realmente, terminó vagando a la deriva por todas las dimensiones y planos imaginables y por imaginar, hasta que llegó… y todo fue clarividencia, muchas dudas se despejaron, infinitas más se crearon, pero al menos había conseguido alcanzar las Puertas de Tannhäuser.



Así es, como puedo prometer y prometo, y desde mi vacacional retiro en la boreal Tannhäuser, después de un devenir tortuoso y sin aspiración alguna y a punto de iniciar otro viaje con incierto pero “vocacional” destino, me dispongo a compartir y a confluir los conocimientos e informaciones que dispongo sobre uno de los géneros más inspiradores y especulativos de la historia de las artes, sea literatura, cine (e incluso música), la Ciencia Ficción.

¿Quién no ha soñado alguna vez con surcar las estrellas a bordo de una nave espacial?, ¿o ha temido por la intrusión de formas de vida ajenas a las nuestras, o incluso ha ansiado que se produjera esto?, ¿quién no ha imaginado un futuro mejor, distinto o hasta incluso apocalíptico de nuestra propia realidad?, ¿quién no ha deseado alguna vez poder viajar al pasado reciente o remoto para poder variar algo de lo que se arrepiente o que no tendría que haber sucedido por sus consecuencias en el presente, sin tener en cuenta las ilaciones futuras?, ¿existirán realidades paralelas, diacrónicas o ucrónicas?, ¿qué impacto tendría determinado invento en nuestra sociedad, o en una sociedad ajena, imaginada por nuestras perversas mentes?, ¿y qué me decís de esas ciudades flotantes de mil y un reflejos, de esas estrellas que brillan en el firmamento, riéndose de nuestra exigua existencia?...
Todo esto, banal o trascendental, especulado o anticipado, imaginado o intuído, toda esta ficción científica producida tanto por los propios científicos y las mentes privilegiadas, como por lunáticos perturbados y visionarios maltratados por sus propios contemporáneos, es la Ciencia Ficción.

Se podrían formular tantas preguntas como capacidad tenemos para imaginar, pero ni yo he explotado esta facultad ni creo que nadie esté dispuesto a responder tantas cuestiones ni siquiera a planteárselas (no debe ser muy sano). Por esta razón, se han establecido (¿espontáneamente?) una serie de subgéneros dentro de la propia Ciencia Ficción, ya que, aunque le pese a muchos (sí, me refiero a ti, hippie), siempre terminamos etiquetando aquello que empieza a escaparse de nuestras manos, para diferenciar lo que ya de por sí es totalmente diferente, y para englobar las obras que cumplen una serie de rasgos comunes.



En estos subgéneros que voy a presentar, podemos encontrar las obras (que yo recuerde) más influyentes, importantes y las que más me gustan a mi (sí, ¿qué pasa?) de la Ciencia Ficción. Me centraré exclusivamente en la producción literaria, ya que la cinematográfica y musical suele estar basada o inspirada en estas grandiosas obras. (Advierto que esta clasificación no es ni definitiva, ni oficial, ni nada por el estilo, sólo es una guía para, como he dicho antes, poder organizar de alguna manera este farragoso y absurdo artículo).

- Distopía: Este es el subgénero que más me apasiona e impresiona, ya que se enmarca en nuestra propia sociedad en el futuro, con un modelo distinto que no deberíamos seguir, es decir, lo contrario a una utopía. Generalmente, se trata de una sociedad con ausencia de libertades, opresiva, abusiva y en retroceso, presentada con un estilo depresivo y oscuro, aunque con un mensaje esperanzador, pues su objeto es que esto no suceda en nuestra propia sociedad (complicado lo veo, todo indica a que pronto nos veremos envueltos en nuestra propia distopía). Entre las obras más destacadas, se encuentran grandiosas novelas como 1984 de George Orwell, Un mundo feliz de Aldous Huxley, Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, y La naranja mecánica de Anthony Burgess. Esta de más decir que son todas obras de LECTURA OBLIGATORIA.
Dentro de las propias distopías, podemos encontrar las ucronías (o universos paralelos), que se trata de una realidad histórica alternativa en un punto del pasado concreto, y que hace variar la propia Historia desde ese momento (Qué hubiera sucedido si…). Este subgénero es muy relativo, y hay una gran polémica para establecer su límite, ya que muchos historiadores de la antigüedad (como Polibio, Plinio, Tito Livio, y el resto de CABRONES que he tenido que tragarme durante 4 años.. ejem, perdón) han podido tergiversar la información para beneficio propio, y de esta manera, crear su propia ucronía. De cualquier modo, hay obras mucho más claras en este subgénero, tales como Los propios dioses de Isaac Asimov, Patria de Robert Harris y Pavana de Keith Roberts (por lo que no perdáis el tiempo leyendo a Estrabón o Diodoro Sículo).

- Space Opera: Se puede decir que este es el subgénero de la Ciencia Ficción que más éxito ha cosechado a lo largo de la historia. Pues se trata, ni más ni menos, de aventuras en el espacio, donde se producen batallas intergalácticas (¿Ogame?), conquistas de otros planetas, alianzas y traiciones entre razas, civilizaciones perdidas que se lanzan al control del universo, tecnología avanzada o alienígena (¡láser y neón por todas partes!) y todo ello aderezado, como ya he dicho, con todos los elementos de la novela (y cine) de aventuras, con héroes, villanos, humor y acción. En este caso, he de nombrar La Guerra de las Galaxias en primer lugar, pues la saga de Lucas es quizá la más célebre (y sobrevalorada). Pero si queréis disfrutar de las mejores spaces opera, no dudéis en leer Dune de Frank Herbert, El juego de Ender de Orson Scott Card, Hyperion de Dan Simmons, y por supuesto, la imprescindible saga de La Fundación, del profesor Isaac Asimov.



- Contactos: Como su nombre indica, se trata de obras que tratan la relación entre humanos y especies alienígenas, generalmente (aunque también puede darse entre especies alienígenas), que en muchos casos implican una invasión, pero que también pueden darse intercambios culturales, en los que se plasma la incapacidad humana para asimilar ciertos elementos que escapan a nuestra comprensión. En esta línea, destaca por encima de todos, Solaris de Stanislaw Lem, más centrada en el contacto, y La guerra de los mundos de H.G. Wells, que es básicamente una invasión alienígena, en toda regla. Otras obras de importancia son La paja en el ojo de dios de Larry Niven & Jerry Pournelle (¡no te rias!), Pórtico de Frederik Pohl, Mundo Anillo de Larry Niven.

- Filosófica: En este subgénero se engloban las obras más profundas y reflexivas de la ciencia ficción, pues son las que nos plantean aquellas cuestiones que jamás nos habíamos, nos hacen dudar aun más si cabe, y nos abren un abanico de posibilidades tan amplio, que generalmente provocan desasosiego o angustia, como cuando nos planteamos las proporciones del universo, sus límites o fronteras, o el inicio de los tiempos (¿qué habría antes, maldita sea?, ni Big Bang ni leches). El libro que más me ha impresionado hasta la fecha de este género es La mano izquierda de la oscuridad de Ursula K. Le Guin (también autora de fantasía), y por supuesto, no puedo dejar de nombrar a mi querido George R.R. Martin, con su obra Muerte de la luz. También destacan La guerra de las salamandras de Karel Capek (también distópico), El hombre en el laberinto de Robert Silverberg, y Tropas del espacio de Robert A. Heinlein (sí, sí, habéis leído bien, Starship Troopers, la película menos entendida de la historia del cine).



- Viajes espaciales: Este subgénero, que a su vez tiene características comunes con otros muchos (como por ejemplo, la space opera o el de contactos) trata sobre la exploración y búsqueda de otros planetas o mundos con el objeto de estudiarlos o incluso de habitarlos (por lo que también se trata de colonización). Sin lugar a dudas, Crónicas Marcianas de Ray Bradbury es la obra celebérrima en este campo de la ciencia ficción, pero también hay grandes obras como la saga El Planeta de la Aventura de Jack Vance, Cánticos de la Lejana Tierra de Arthur C. Clarke y Refugio del Viento de George R.R. Martin (grande).

- Robots: En estas novelas, nos topamos con personajes o incluso protagonistas, los cuales son robotos o androides con una manera de pensar propia, con su inteligencia artificial. Este tipo de subgénero nos plantea la posibilidad de la existencia de la vida artificial, y también ha sido llevado en muchas ocasiones al cine, hasta el punto de convertirse más famosa la película de la novela. En este último caso, tenemos ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Phillip K. Dick, que pasará a la historia, no obstante, como Blade Runner, el nombre de su adaptación al cine. Otras obras similares podrían ser Yo, Robot o el cuento corto, El Hombre Bicentenario, ambas de Isaac Asimov. También hay que hacer referencia a la que, probablemente, sea la primera novela de ciencia ficción de la historia, que no es otra que Frankenstein o El Moderno Prometeo de Mary Shelley, considerada novela gótica.



- Cyberpunk: Este es uno de los estilos más prolíficos que existe, ya que va más allá de lo meramente literario y cinematográfico, hasta el punto de haberse convertido en una subcultura (o más bien, contracultura, o cultura underground) e incluso en una corriente de las artes plásticas. La trama de estas obras suele estar relacionada con la novela negra o policíaca, en un marco futurista y decadente, con una sociedad digital y degradada, donde lo humano se funde con lo robótico mediante implantes cibernéticos o androides que aspiran a ser humanos (o a destruir la humanidad), creando atmósferas enfermizas y situaciones bélicas post-apocalípticas. Por esta razón, este subgénero también se puede identificar con las propias distopías o con otro subgénero que trataré, que es el Post-Apocalíptico o Catastrófico. La novela cyberpunk es claramente equiparable, en cuanto a ciencia ficción, a la novela gótica, por esta sensación de opresión, decadencia, oscuridad y depresión (y por lo tanto, es uno de los géneros que más me gusta, lal). Aunque me pese, he de mencionar las producciones japonesas en cuanto a cyberpunk, destacando sobre todo las películas Akira o Ghost in the shell, como grandes ejemplos dentro del género. En cuanto a novelas, la piedra angular es Neuromante de William Gibson, pero no se queda atrás Show Crash de Neal Stephenson, Johnny Mnemonic del propio Gibson, El fuego sagrado y Distracción de Bruce Sterling, e incluso el propio ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Phillip K. Dick, aunque la versión cinematográfica se asemejaría más al género.
A partir del cyberpunk, han surgido nuevas ramas que se han consolidado como estilos propios, como el steampunk (un mundo anclado en la Edad Victoriana, con máquinas de vapor, carbón y hierro) donde destaca Las puertas de Anubis de Tim Powers y para ejemplos más claros, películas como Wild Wild West, La Liga de los Hombres Extraordinarios, o la saga de Final Fantasy.

- Post-Apocalíptico: Este género se ocupa de la situación en la Tierra tras desastres naturales o una guerra de grandes magnitudes. En este aspecto, nos encontramos un planeta devastado y agonizante, con sus gentes enfermas, que luchan por sobrevivir en un medio hostil entre ruinas y despojos. Es uno de los temas a los que más se recurre en la ciencia ficción, sobre todo en el cine, y es al mismo tiempo muy similar a las distopías. Las obras emblema de este catastrofismo son Soy Leyenda de Richard Matheson, Alas Nocturnas de Robert Silverberg, Ensayo sobre la Ceguera de José Saramago, La Cólera de Denis Marquet, y por supuesto, Anochecer de Isaac Asimov y Robert Silverberg.



- Ciencia Ficción Fantástica: Como apunta el nombre, es el subgénero que contiene elementos tanto de fantasía como de ciencia ficción, aunque a veces es complicado lograr discernir esta frontera de lo ficticio, no obstante, cuando se combina tecnología con elementos mágicos o épicos, nos encontramos con este nuevo horizonte de la Ciencia Ficción. En este género encontramos a la propia Dune de Frank Herbert, Camino Desolación de Ian McDonald, Crónicas de Majipur de Robert Silverberg, La Estación de la Calle Perdido de China Miéville. También la obra del joven Anselm Audley (el mal llamado “Nuevo Tolkien”), la trilogía de Aquasilva, cumpliría estos parámetros, aunque es más novela fantástica que de ciencia ficción.

- Especulación Científica (Hard): Si hay un subgénero que se identifique a la perfección con el término Ciencia Ficción , es sin duda la Especulación Científica o Ciencia Ficción Dura (Hard). Se puede decir que este subgénero es la base del resto de subgéneros que nutren la CF, y en él podemos encontrar a autores de la talla de Arthur C. Clarke, Stanislaw Lem, Robert A. Heinlein, Isaac Asimov, hasta el mismísimo Julio Verne. En la Especulación Científica se presentan teorías o hipótesis, que pretenden ser demostradas con hechos verificados en la propia novela. En estas obras se tratan temas como la clonación humana, física cuántica, nanotecnología, o demás teorías científicas.
Es complicado destacar hallar una novela característica en este género, ya que confluye con el resto, pero se puede mencionar Parque Jurásico de Michael Crichton, La Isla del Doctor Moureau de H.G. Wells, Los Propios Dioses de Isaac Asimov, 2001: Una odisea del espacio de Arthur C. Clarke, Fiasco de Stanislaw Lem, Tau Cero de Poul Anderson, y por supuesto, De la Tierra a la Luna de Julio Verne.



- Viajes en el tiempo: En este género encontramos viajes en el tiempo, sea al pasado o al futuro, buscando conocimiento o el cambio, lo cual provoca interesantes paradojas temporales y especulaciones sobre la historia (dando lugar, a su vez, a ucronías). Novelas características de este género son El fin de la Eternidad de Isaac Asimov, Los Cronolitos de Robert C. Wilson, Puerta al Verano de Robert A. Heinlein, El Libro del Día del Juicio Final de Connie Willis, y el relato corto, El Ruido de un Trueno de Ray Bradbury.

- Parodias: Como en todo gran género, hay anti-género, por así decirlo, y en el caso de la Ciencia Ficción no iba a ser menos. Entre las novelas de humor o parodias de la ciencia ficción, tenemos Marciano vete a casa de Frederic Brown o Guía del dragonstopista galáctico hasta el campo de batalla estelar de Covenant en el límite de Dune: Odisea dos (ahí es nada)de David Langford, Tropas del espacio de Robert A. Heinlein, La llegada de los gatos cuánticos de Frederik Pohl, Sin noticias de Gurb de Eduardo Mendoza.



Probablemente haya muchos subgéneros, o los mismos, pero con diferente tipología o denominación, e incluso, es prácticamente seguro que he errado en alguna obra o en algun autor, o en algun subgénero, o en todo el artículo en general, pero después de estar toda una noche en vela aporreando teclas y secando el sudor de mi frente (y demás partes del cuerpo innombrables) con la única motivación de dejar constancia al mundo de que sigo vivo a pesar de que muchos ya quieren enterrarme (o sepultarme en la más ignominiosa nada), estoy más que contento con esta recopilación de información, ya que me ha servido para despejar ciertas ideas y dar rienda suelta a mi habitual verborrea cibernáutica (aunque es más que probable que sólo me lean mis más fieles esbirros, los que realmente me interesa que lean esto, y en consecuencia, ¡que lean todos los libros que acabo de citar! – o por lo menos, 2.. o 3).

Obviamente, he recurrido a una serie de enlaces web, los cuales, por decencia, nombraré y felicitaré por tratar este tema tan apasionante como es la Ciencia Ficción.

http://www.cyberdark.net/

http://www.elkraken.com

http://es.wikipedia.org/wiki/Portada

http://www.google.es

Nada más, recordad que... todos estos momentos se perderán en el tiempo.. como lágrimas en la lluvia...
Es hora de morir (o de dormir, más bien).



Enjoy the silence, ladies and sires!

Espartanos

Pues sí, absurdos lectores, de nuevo Hollywood adapta una de las obras del maestro Frank Miller a la gran pantalla, en este caso se trata de 300, una "novela gráfica" (¿eufemismo de cómic? en fin...) que se basa en un conflicto bélico que, particularmente, me apasiona, la batalla de las Termópilas. Por lo que se puede ver en este trailer, la estética de la película es apabullante, la coreografía notable, y el guión tiene pinta de ser relativamente fiel al cómic, y definitivamente infiel al rigor histórico, pues ya sabemos cómo adaptan la Historia nuestros queridos amigos de Estados Unidos de América, tierra a la que Dios dio paz, libertad y honor (luego sorprende que haya tanto ateo). Sin embargo, al no poseer dotes clarividentes, no sé porque estoy prejuzgando la película de antemano (¿alguien puede rebanarme el cuello hasta que la sangre mane a borbotones por todo mi pecho? Gracias).



Por lo que respecta a la batalla de las Termópilas, puede que sea de las más épicas y gloriosas de la humanidad, donde se plasma perfectamente el coraje y el arrojo que mostraron los hoplitas espartanos (todo ciudadano que pudiera costearse su arma y armadura) ante el monumental ejército persa, en el marco de las Guerras Médicas que enfrentó, en el siglo V a.C., a los griegos (unidos en la Liga Panhelénica) y el Imperio Medo-Persa (de ahí lo de médicas, así que dejad de buscar a la Cruz Roja) que ansiaba una expansión hacia el oeste, hacia las polis helénicas de Asia Menor e imponer su régimen de satrapías. Mas no podía ser de otra forma, la doctrina y el sistema castrense al que se sometía a todo espartano desde su más tierna niñez era sencillamente brutal, y esto cristalizó en el campo de batalla (sólo hay que ver el rostro de demente que tiene el capitán espartano en el trailer).



No obstante, cabe decir que aunque se haga alarde de tan sólo 300 soldados espartanos frente al descomunal ejército persa cuyo número de tropas ascendía a la friolera de 5.000.000 de efectivos, esto no es más que una de las habituales distorsiones de las fuentes históricas, aunque a nuestro entrañable Heródoto, padre de la historiografía, se le puede perdonar todo, ¿verdad?. Realmente, el ejército griego contaba con, además de los 300 hombres elegidos entre las mejores familias de Esparta para acompañar al rey Leónidas, un contingente de unos 6.000 combatientes de las distintas polis del Ática y el Peloponeso, junto con los sirvientes de los propios espartanos (si es que ha habido "pringaos" durante toda la Historia). Por parte medo-persa, los 5.000.000 de irreales y ficticios soldados, que no sé donde habrían salido (¿serán extraterrestres?, ¿serán atlantes o hiperbóreos?, ¿serán los marines americanos venidos del futuro en busca de petróleo? explicación esotérico-histórica típica de parapsicólogos aburridos de la revista Más allá) se reducen a unos 250.000, entre los cuales hay que destacar al batallón de "Los Inmortales" (que supongo que serán los que aparecen con máscaras en el vídeo), al servicio del emperador Jerjes I de Persia.

La batalla se prolongó durante 5 largos días, en los que los griegos, pero en concreto, los espartanos, desplegaron una estrategia y defensa encomiables, que provocaron la desesperación de los persas, que sufrieron miles de bajas, y que sólo gracias a una traición, pudieron acorralar a los tenaces guerreros helenos al poder penetrar en su retaguardia. Hay que destacar que, cuando todo estaba perdido, en vez de salir a la fuga en sus barcos, los 300 espartanos, junto con otros tantos guerreros decidieron permanecer en el campo de batalla hasta la muerte, defendiendo de esta forma su honor y sus ideales, y salvaguardando el cuerpo de su monarca que había caído en combate, rodeados por todos los frentes, por todos los flancos, por los persas, protagonizando de esta manera uno de los episodios más memorables y heroicos de toda la Historia. Puede que no lograran defender el paso de las Termópilas, sin embargo, los espartanos mermaron notablemente la moral de los persas, que desde ese momento fueron acumulando derrotas hasta que fueron definitivamente vencidos en Salamina.


Por lo demás, tendremos que esperar hasta marzo de 2007 para poder ver esta película si no se retrasa todavía más su estreno, que será lo más probable. Evidentemente, sobre la "novela gráfica" de Miller y sobre la batalla de las Termópilas hay abundante e inagotable información en la red de redes, por lo que ha sido una perdida de tiempo escribir esta parrafada (¿para qué entonces estudiar Historia durante 4 años?).

Maldita Internet.
Devuélveme mi trabajo.
¿o es demasiado tarde?

El medio es el mensaje, ¡joder!

Fundiendo los sueños con la realidad

Heme aquí de nuevo.

Acostumbrado a hablar (y narrar) pesadillas, y a vivir imbuído por la incertidumbre que me provoca el abismo de la nada (maldito Heidegger), cambiaré de registro por esta vez, y cruzaré el umbral hacia otro de los planos de este Multiverso, concretamente hacia uno más evasivo, heroico, idealizado y en definitiva, uno mucho mejor que el nuestro, la Fantasía.



En multitud de peligros, gestas, hazañas, aventuras, tragedias y comedias me he visto envuelto en los últimos tiempos, acompañado por diferentes personajes y situado en diferentes mundos, cada uno con sus vicisitudes, pero compartiendo bases comunes, plantillas que se repiten una y otra vez, fórmulas que parecen no desaparecer, que se reconvierten y se reinventan. Pues la fantasía, aunque a veces cueste de asumir, es producto de la imaginación del hombre, del ser humano, que siendo influenciado por leyendas, mitos e incluso por otras obras de fantasía anteriores, nos arrastran a unos mundos que ellos mismos tejen con más o menos precisión, y que nos atrapan de tal forma que podemos llegar a un estado de enajenación mental en el que nos sintamos personajes de ese maravilloso (o terrible) lugar, e incluso, que nos identifiquemos con sus protagonistas.

Y es que, en los tiempos que corren, tan deleznables, ominosos, despreciables, con una falta total de principios y donde el egoísmo y el conformismo imperan por encima de todas las cosas, es realmente necesario evadirse de vez en cuando, sea con estas embriagadoras lecturas o sea siendo el propio protagonista/narrador de éstas, en los heréticos juegos de rol. Aunque esa evasión también podría considerarse como algo egoísta e hipócrita, pues muy pocos tienen la oportunidad de evadirse de ese modo, e incluso no saben que existen formas de evasión para sus castigadas mentes.



Por todas estas razones, y otras que se escapan a mi absurda e ignorante razón humana, soy un egoísta e hipócrita seguidor de la fantasía épica, género que recibe extremas opiniones, de sobrevaloración o de infravaloración, pero que me permite aliviar, en cierto modo, este perpetuo estado de desánimo y depresión con el que coexisto cada día.

Así pues, pasaré a hablar por encima, ya que me he extendido demasiado con todas las estupideces que acabo de decir, de las obras, sagas y novelas de fantasía épica que me han marcado, me continuan marcando, y espero que me sigan marcando hasta el día en que las estrellas estén en posición (es decir, este es el punto de partida de este interminable mensaje, y que se ha alargado de forma desmesurada por las pocas ganas que tengo de estudiar, vamos).
Obviamente, no hace falta que diga que esta es una valoración personal, ya que a pesar de que puedo parecer muy radical en mi ideograma, soy consciente de que no soy poseedor de la verdad única y universal, partiendo de la base de que no creo que exista tal verdad y de que soy bastante simple a la hora de establecer razonamientos lógicos (siempre acabo recurriendo a que soy incapaz de explicar algo dada mi condición humana, sé que soy muy predecible y tedioso).

La fantasía, aislada de la razón, solo produce monstruos imposibles (Aquí tenéis una lista de mis monstruos particulares).



• EL SEÑOR DE LOS ANILLOS (J.R.R. Tolkien): Ni siquiera me atrevo a valorar esta grandiosa e imprescindible obra (quizá la más grandiosa e imprescindible de todas dentro de la alta fantasía), mis palabras están de más. Sólo diré, intentando apartarme de mi exacerbado fanatismo, que es la mayor obra de fantasía jamás creada, la epopeya que ha supuesto un antes y un después en la literatura universal y que ha sentado las bases de todo el heroísmo y la épica actual (al menos, lo he intentado). También, como no, he de hacer mención especial a la inmensa cosmogonía de la fantasía actual, El Silmarillion, el cual hace que la obra de Tolkien sea simplemente perfecta.

• CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO (George R.R. Martin): Aunque la crítica se empeñe en equiparar esta saga, la novela río más espectacular jamás escrita, a El Señor de los Anillos, lo único que tienen en comun es la doble R del nombre de los autores. Estamos ante una obra totalmente innovadora en el género fantástico, de unas magnitudes y unas espectativas tan altas, que podría llegar a convertirse en la mejor saga de todos los tiempos, considerando, sobre todo, que de 6 libros sólo se han escrito 3, los cuales están cosechando un éxito y tienen una calidad y una frescura sin precedentes. En esta obra podemos encontrar traiciones, crueldades, batallas, amor, sexo, brutalidad, romanticismo, heroismo, tragedias y unas sensaciones y emociones que ninguna otra obra de fantasía (exceptuando la anterior) me habían provado nunca (quizá sea por la maravillosa forma de Martin de utilizar la técnica de la elipsis, que siempre mantiene en vilo y en vela, al lector). Cabe destacar, a su vez, los personajes de esta monumental saga, que quizá sean el principal elemento para el éxito de ésta, ya que no encontraremos a ningun personaje que esté claramente situado en una posición de maldad o de bondad, esta posición tiene que decidirla el lector segun las actuaciones de los personajes, por lo que nosotros somos los que elegimos a los "buenos" y a los "malos" segun nuestro parecer, ya que, realmente, no se da ese maniqueísmo entre el bien y el mal típico de las obras de fantasía. Además, el mundo creado por el autor, y que se centra especialmente en Poniente, Las Ciudades Libres y el Mar del Verano está configurado a la perfección, con sus culturas claramente diferenciadas, sus religiones, idiomas, gentes, y demás aspectos relacionados con la idiosincrasia de un pueblo.

• CRÓNICAS DE ELRIC DE MELNIBONÉ (Michael Moorcock): Esta saga, unida a todo el creativo Multiverso creado por el autor, y con ese magnífico contexto de fantasía oscura, hacen que ésta esté siendo la saga más INFRAVALORADA y MALTRATADA de todas. Mientras la Dragonlance y Reinos Olvidados siguen sacando a la venta panfletos encuadernados con un contenido absurdo y predecible, la obra de Moorcock está totalmente descatalogada en España, y es una odisea poder acceder a uno de los libros de este imaginativo autor. Es una pena que no podamos disfrutar, en plenitud, del Multiverso de Moorcock, aunque siempre nos quedarán los archivos .pdf y la consecuente abrasión de nuestras retinas (¡SANGRE Y ALMAS PARA ARIOCH!).

• AÑORANZAS Y PESARES (Tad Williams): Los que acusen a esta obra de ser una burda copia de El Señor de los Anillos, estarán en lo cierto, pero se equivocarán en considerarla burda en vez de maravillosa. Esta obra recoge, sin pudor y con un gran acierto, influencias, no sólo de Tolkien, sino de la mitología celta, nórdica e incluso de la religión cristiana y la cultura europea y mundial en general. Se podría decir que Osten Ard, el lugar donde se desarrolla esta gran obra de fantasía, es nuestro propio mundo, nuestro injusto y gris mundo reconvertido en lo que muchos de nosotros nos gustaría que fuera. Por esto, y mucho más, es una obra de recomendada lectura.

• CRÓNICAS DE BELGARATH (David Eddings): En este increíble viaje, el autor nos transporta a un mundo donde la espada y la brujería cobran su mayor esplendor, y además, si a esto le añadimos que lo hace con unos diálogos que desbordan inteligencia por todos sus poros, y una ironía y un sentido del humor realmente trabajados, podemos considerarla como otro de los pilares básicos de la fantasía épica moderna (sin olvidar, su otra gran obra, las Crónicas de Mallorea).

• MUNDODISCO (Terry Pratchett): No sé si sería correcto considerar a esta serie de novelas como fantasía épica, sino más bien como una parodia, la mejor parodia que se podía hacer de ésta. Es por ello que es una alternativa muy recomendable para los que estén hastiados de tantos estereotipos fantásticos, y quieran leer otra forma de narrar la fantasía, una forma mucho más amena, graciosa, e incluso tan o más evasiva que la fantasía típica y tópica. Y es que la obra de Pratchett es única, irrepetible e inigualable, es tan adictiva como cualquier otra saga, y sin duda, la más ingeniosa y divertida de todas. Evidentemente, también tiene muchos detractores, tanto dentro como fuera del género, pero como diría el propio Terry, el problema de tener una mente abierta, por supuesto, es que la gente se empeña en llegar y tratar de poner cosas dentro.

• LA RUEDA DEL TIEMPO (Robert Jordan): Esta saga, interminable saga, es otro pilar básico dentro de la fantasía, yendo más allá de lo épico, y conformándose como otro plano alternativo al nuestro, con una serie de reinos y culturas totalmente ajenas, pero a su vez, muy parecidas a las nuestras, con su idiosincrasia y cultura propias, que siempre es un placer conocer y ver como interactuan y evolucionan. Quizá sea, junto con la Tierra Media, uno de los mundos mejor descritos y más completos de toda la fantasía. "La Rueda del Tiempo gira y las eras llegan y pasan. Lo que fue, lo que será y lo que es aún puede caer bajo la Sombra. Haced que el Dragón cabalgue de nuevo a lomos de los vendavales del tiempo."

• TRILOGÍA DE LYONESSE (Jack Vance): De fuerte influencia de la mitología celta y artúrica, lo importante de la trilogía de Lyonesse, no es la obra en sí, sino su autor, Jack Vance, el mayor exponente de ciencia ficción y fantasía que aun se mantiene con vida, y que, con esta obra sigue dejando patente su gran oficio como escritor del género, tanto fantástico como de ciencia ficción en general, y que hará las delicias de cualquier amante del Ciclo Artúrico, la mitología bretona y la fantasía épica en general.

• SERIE DE TERRAMAR (Úrsula K. Le Guin): En Terramar, este reino de magia, fantasía y criaturas de leyenda, Ursula K. Le Guin desarrolla una serie de novelas de calidad extraordinaria, donde nos presenta unos personajes con sus virtudes y sus defectos claramente marcados, pero sobre todo, nos hace confidentes y espectadores en primera instancia de la evolución de éstos. Además, esta serie de novelas, al igual que el Multiverso de Moorcock, trata el tema del equilibrio de las cosas (en el caso de Moorcock, de la Balanza Cósmica), en plan taoísta (ya que la autora profesa esa creencia, y lo deja patente en sus escritos), lo cual hace aun más atractiva la saga ("Todo es un solo camino, aunque cada quien tenga un camino diferente.").

• SAGA DE GERALT DE RIVIA (Andrzej Sapkowski): Junto con Canción de hielo y fuego, la obra de este polaco de nombre impronunciable en nuestro latino idioma es la gran esperanza en la literatura fantástica de los últimos años. Con un estilo irrepetible y comprensible por cualquiera, una serie de valores y emociones que hacen vibrar al lector, una ironía que podría llegar a la magnitud de Pratchett y el realismo con el que se trata los conflictos emocionales de los protagonistas, hacen que esta saga se esté convirtiendo en el máximo exponente de la literatura fantástica europea. Lo que más impresiona de la obra es su protagonista, Geralt, un brujo que caza monstruos, y que, en vez de comportarse de forma arquetípica, como el gran héroe de la saga, es un antihéroe totalmente, con un comportamiento despreciable, cínico y carente de responsbilidades. Otro rasgo de importancia es el tratamiento del resto de razas que pueblan este mundo, que son las típicas de las novelas de fantasía, es decir, elfos y enanos, pero que no reciben el mismo trato y se describen del mismo modo, sino que se asemejan más a las tradiciones y mitologías celtas y nórdicas de las que proceden.

• LA HISTORIA INTERMINABLE (Michael Ende): Mi primer libro de fantasía, y el más especial de todos. Este libro, a quien lo lea, sea en su infancia, en su madurez o en su vejez, le marcará de por vida. Siempre que se lee La Historia Interminable, se puede llegar a sacar una conclusión distinta, es como si se leyera una historia diferente, que va variando, se va transformando con el paso de los años, pero que siempre contiene el mismo mensaje, el mensaje de la Fantasía como claro exponente de la imaginación humana, y que, por tanto, sólo podrá ser destruída por sus propios creadores, es decir, nosotros.



Bueno, ya sé que podría comentar muchísimas más sagas, ciclos, novelas y cuentos en general, pero mi amado y odiado compañero, Tiempo, no permite que me tome semejantes licencias, por lo que me limitaré a dejar una relación de títulos de novela fantástica por si mi aburrido lector quiere profundizar más en materia.

- Conan: Robert E. Howard
- Cuentos del Lobo Blanco: Michael Moorcok
- Trilogía de las Espadas: Michael Moorcock
- El Bastón Rúnico: Michael Moorcock
- El Campeón Eterno: Michael Moorcock
- Dune: Frank Herbert
- Crónicas de Mallorea: David Eddings
- El Elfo Oscuro: R.A. Salvatore
- Crónicas de la Dragonlance: Margaret Weis y Tracy Hickman
- Ciclo de la Puerta de la Muerte: Margaret Weis y Tracy Hickman
- Espada de Joram: Margareth Weis y Tracy Hickman
- El tapiz de Fionavar: Guy Gavriel Kay
- Tigana: Guy Gavriel Kay
- Ciclo Pendragón: Stephen R. Lawhead
- Bizancio: Stephen R. Lawhead
- Myst: Randy Robin Miller
- Crónicas de Narnia: C.S. Lewis
- La Compañía Negra: Glen Cook
- El Maestro y la Margarita: Mijaíl Bulgákov
- Corazón de perro: Mijaíl Bulgákov
- Titus Groan: Mervyn Peake
- La Serpiente Uróboros: Erick Rucker Eddison
- Bosque Mitago: Robert Holdstock
- La Espada de Welleran: Lord Dunsany
- Cuentos de un soñador: Lord Dunsany
- La hija del rey del país de los elfos: Lord Dunsany
- Volkhavaar: Tanith Lee
- El Señor de la Noche: Tanith Lee
- Aquasilva: Anselm Audley
- Olvidado rey Gudú: Ana María Matute
- Crónicas de Thomas Covenant, el incrédulo: Stephen R. Donaldson
- La Necesidad de Mordant: Stephen R. Donaldson
- Momo: Michael Ende
- Crónicas del Señor de la Guerra: Bernard Cornwell
- Arqueros del Rey: Bernard Cornwell
- Baudolino: Umberto Eco
- Las Crónicas de los Inmortales: Wolfgang Hohlbein
- Memorias de Idhún: Laura Gallego
- Gestas de Malaz: Steven Erikson
- La Fuerza de su Mirada: Tim Powers
- La Espada de Fuego: Javier Negrete
- La Odisea: Homero
- La Ilíada: Homero
- Ficciones: Jorge Luis Borges
- Las Armas Secretas: Julio Cortázar
- Las Nieblas de Avalón: Zimmer Bradley
- Harry Potter: Joanne K. Rowling
- Los Hechos de la Vida: Graham Joyce
- El Secreto del Bosque Viejo: Dino Buzzati
- Las Ciudades Invisibles: Italo Calvino
- La Colina de Watership: Richard Adams
- El País de las Risas: Jonathan Carroll
- Cuentos del Reino Secreto: Jose María Merino
- Las Historias Naturales: Joan Perucho
- Kalpa Imperial: Angélica Gorodisher
- El vino del estío: Ray Bradbury
- La estación de la calle Perdido: China Miéville
- La Materia Oscura: Phillip Pullman
- Serie de Fafhrd y el Ratonero Gris - Espada y Brujería: Fritz Leiber
- Canción de Albión: Stephen Lawhead
- Ivanhoe: Walter Scott
- El mundo perdido: Arthur Conan Doyle
- La Espada rota: Poul Anderson
- El Señor del Tiempo: Louise Cooper
- La Puerta del Caos: Louise Cooper
- Máscaras de Matar: Leon Arsenal
- El verano del pequeño San John: John Crowley
- Pequeño, Grande: John Crowley
- Edda Mayor y Edda Menor: Snorri Stúrluson
- Kalevala: Elias Lönnrot
- El tapiz de Malacia: Brian Aldiss
- El perfume: Patrick Süskind
- Siete pecados capitales: Milorad Pavic
- Dudo errante: Russell Hoban
- Fremder: Russell Hoban
- Libros de Dilvish: Roger Zelazny
- Viajes al otro mundo: Howard Phillips Lovecraft
- La Guerra de las Salamandras: Karel Capek
- La Espada de Shannara: Terry Brooks
- Crónicas de Prydain: Lloyd Alexander
- La Princesa de las Llamas: Ru Emerson
- Alexandros: Manfredi
- El Reino de los Dragones: Richard A. Knaak
Y un largo y sempiterno etcétera...

En líneas generales, he hablado de las sagas que considero más importantes, siendo consciente de que la Dragonlance, aunque me pese, posee una gran importancia en la fantasía actual, pero como soy un pequeño engendro despreciable, omito cualquier tipo de información acerca de ella (con lo que quiero decir que antes de leer cualquier libro de la Dragonlance, incluso las Crónicas de la Dragonlance, tendréis que haberos leído todos los libros y sagas de la lista para poder tener una opinión fundamentada y consciente de esa saga de libros que tanto detesto).

Para finalizar, me gustaría volver a mencionar la saga Canción de Hielo y Fuego como principal recomendación literaria de este artículo producto del tedio estudiandil y el calor pseudo-veraniego debido al efecto invernadero (en Osten Ard, ¡seguro que no pasan estas cosas! y en Poniente, ¡los veranos y los inviernos duran años!).

Tu madre es un oso hormiguero, hijo de puta.

En efecto, acabo de ver la película más mítica de aquellos míticos años 80, "Dentro del Laberinto", que ha marcado a toda mi generación, y a generaciones anteriores y posteriores, supongo que también, aunque en menor medida.
En esta película nos encontramos al excéntrico y glamuroso David Bowie interpretando (magistralmente) el papel de Jareth, Rey de los Goblins, unos goblins producto de la evocadora y maravillosa imaginación de Jim Henson (al igual que las criaturas de "Cristal Oscuro"), y que, por aquel entonces, me daban un miedo terrible.

Y es totalmente lógico que me lo provoquen, sólo hay que poner atención a una frase que dice un hombrecillo que aparece debajo de una baldosa, cuando la protagonista (Jennifer Connelly) está intetando hallar el camino hacia el castillo de Bowie.

La frase es Tu madre es un oso hormiguero, hijo de puta.

Espero que la responsabilidad de esta frase tan "misteriosa" en una película, teóricamente, infantil la tengan los enajenados dobladores españoles, que por aquel entonces estaban en plena "Movida Madrileña" e imagino que estarían hasta el culo de coca cuando la doblaron. Aunque el significado original me temo que no dista mucho de la traducción...

Por lo demás, es una película que permanecerá siempre en mi memoria, puede que no sea una obra maestra del cine (que no lo es), no obstante, cada vez que la veo me recuerda que otrora yo también fui niño... sí, lo fui, ¡y no me arrepiento!.

¿Jamás?

Jamás crearé un blog.
- No estés tan seguro. Quizá te veas obligado a ello por razones profesionales, periodísticas o meramente informativas...

De acuerdo, jamás crearé un blog personal.
- No obstante, siempre se tiende a subjetivar, la introspección es inevitable, la objetividad, relativa... ¿acaso puedes abstraer tus ideas meramente a los hechos?, ¿trasciende tu mente más allá de los prejuicios a los que se ve sometida desde que fue pervertida por la sociedad en la que estás integrado?, ¿eres el Superhombre del que habla Nietzsche en su obra?, ¿filósofo gobernante del régimen alternativo al democrático en la República platónica?, ¡ahá!, careces de voluntad de poder

¡Está bien!, jamás crearé un blog personal que pretenda ser objetivo, pues inevitablemente será parcialmente subjetivo.
Pero si es subjetivo, aunque parcialmente, será personal...

Diablos, crearé ese maldito blog.
- Lo sabía...