lunes, 25 de mayo de 2009

Dredg

Porque no todo está inventado en el Rock

Mis navegaciones por los infinitos océanos musicales son usuales, quizá demasiado. Cuando me embarco en una expedición en busca de nuevos descubrimientos que puedan cambiar mínimamente la concepción de mi sentido musical, tengo que saber diferenciar entre aquello que sé que nada me va a aportar y lo que me puede hacer profundizar en un sonido diferente. Es complicado, siempre se corre el peligro de sucumbir arrastrado por el inmenso maremágnum de grupos y estilos que existe y a los que ahora somos accesibles en esta, bendita por la mayoría y maldita para los que buscan más lucro en su ya lucrosa economía, Era de la Información. Te deseo, Internet, tú eres mi única amante, siempre fiel y predispuesta a que te meta mano y te haga todo tipo de cochinadas.

En los últimos tiempos he descubierto diferentes y remotos puertos en costas que, a priori, podría considerar como extrañas, considerando el tipo de saqueos y rapiñas que realizaba antaño. Pero ahora hay que buscar hallazgos en cualquier lugar, más allá de lo aparente y lo augurado. De hecho, llevo bastante tiempo varado en el mar del Rock Progresivo, pero en sus ciudades menos céntricas: A Perfect Circle, Porcupine Tree, Pain of Salvation, Tool o Opeth son lugares que suelo visitar a menudo. Pero cuando me encaminaba a realizar mi visita pertinente al reino de Porcupine Tree, entre montañas y bosques, hallé una pequeña pero hermosa aldea que me llamó mucho la atención. Y no, no fueron garrulos desdentados lo que encontré, ni un lugar de depravación sexual repleto de mujerzuelas dispuestas a saciar mi oscura libidinosidad. Lo que me recibió fue un lugar llamado Dredg.



Dredg es uno de esos grupos que aborrezco etiquetar, pues limitar un grupo con un sonido tan fresco y evocador, tan distinto y tan característico, es siempre un acto de maldad reprobable. Sólo puedo deciros que es un grupo que nació en la desértica California, concretamente en un lugar muy felino, Los Gatos. No es una banda que se pueda considerar nueva, puesto que se formó alrededor del año 1996. Tampoco es una banda "afamada" en los Estados Unidos, ya que todavía no ha participado en ninguna Banda Sonora de película de la Marvel o similar. Y esperemos que nunca lo hagan. En cambio, son innovación, son virtuosismo, son sugestivos, son progresivos, son alternativos y, sin duda, no son del montón. Son ni más ni menos que Dredg, un grupo para soñar y para despertar.

Su discografía de largos se abre con Leitmotif, cuya instrumentación es sencillamente sublime y se dan las primeras pinceladas de que su rock no es el arquetípico, a pesar de la más que notable influencia progresiva en todas sus canciones. Se auguraba un interesante futuro para esta banda y no defraudaron, pues ese futuro, este presente, es más que interesante, es grandioso. Y para que un abominable engendro como yo se deje llevar por la repugnante grandilocuencia de sus palabras, ya tiene que haber un estímulo lo suficientemente poderoso para que repte más allá de su oscura madriguera de lamentaciones.



El Cielo es lo que he alcanzado cuando he escuchado su segundo disco, además de que su título esté escrito en la lengua, nuestra lengua, de Cervantes, es una obra maestra de la música hecha arte. Mucho menos progresivo que el antecesor, lo cual le resta cierta instrumentación, lo que destaca de esta sucesión de inspiradoras melodías es la emotividad y sentimentalidad que se transmite, la experimentalidad y la vanguardia de sus pasajes y, sin duda, las magistrales líricas que nos lega cada tema. En cuanto mis profanos oídos tuvieron el privilegio de escuchar los primeros acordes de este disco, no tuve duda alguna de que me encontraba ante uno de los mejores discos que había escuchado a lo largo de mi miserable y blasfema existencia. Y en estos momentos, sigue sonando y yo continúo encontrando nuevos matices y sensaciones en su música. Sólo escuchad esta armonía de sonidos y dejaros llevar por lo que está sonando, no será una tarea complicada con un estímulo como este. El Cielo no es un disco, es el disco. La magnética Same Ol’ Road, la preciosista y soñadora Sanzen, el maravillos paseo por las nubes que inspira la pianística Walk In The Park y, sin duda, la vanguardista Eighteen People Living In Harmony, adelantada a su tiempo, harán las delicias de cualquiera.



Tras esta bacanal de impresiones, su tercera obra se titula Catch Without Arms, que puede que lastrara la imponente responsabilidad de hacer algo que pudiera acercarse levemente a su predecesor. Pero, tras lo escuchado, yo no tenía dudas y no hubo peso ni rémora, se marcaron otro discazo. El continuismo del disco respecto al anterior no es un problema, todo lo contrario, es como un segundo episodio de una magna obra. Son "El Padrino" y "El Padrino II" y que Coppola me perdone. Tenemos todos esos elementos que nos hicieron soñar, desde la emotividad hasta la profundidad, en perfecta simetría, donde todo detalle merece la pena ser considerado. La canción Bug Eyes es el paradigma del sonido de Dredg: un pasaje instrumental iniciático que parece introducirnos dentro de un sueño, una épica explosión de sonidos que lo prolonga hasta que llega hasta nosotros el melódico timbre de su vocalista y guitarrista, Gavin Hayes, y un estribillo que difícilmente podremos quitarnos de la cabeza. Tanbark, Matroshka y Zebraskin, son otros temas a tener en consideración, sobre todo el último, que si quizá parezca estar fuera del disco por su carácter avant-gardiano, es un contrapunto interesante que muestra que el sonido de esta banda nos puede sorprender en cualquier momento.



Y por fin llegamos a su cuarto y último disco de larga duración que, precisamente, ha salido a la luz (de las estrellas) este año. Tiene como curioso título The Pariah, The Parrot, The Delusion y es un album que aún estoy intentando analizar. Y menciono mi intención, porque todavía no logro comprender ni asimilar el cambio de sonido que ha experimentado el grupo. No quiero que se malinterpreten mis palabras, puesto que un cambio en su devenir no tiene porque ser una crítica negativa. Simplemente, me ha sorprendido y me ha desconcertado lo que he encontrado en este album. Y lo que encuentras son temas (aderezados con multitud de "intros"), también con ese carácter onírico y emocional, pero perdiendo cierta contundencia e incluso dejándose llevar relativamente por el minimalismo que tanto éxito le está dando a bandas como Sigur Rós o Explosions in the Sky.
Este aspecto me ha gustado bastante en el cambio, no obstante, no logro quitarme ese sabor de "comercialidad" que destila esta última obra de este fantástico grupo. Podemos observar claramente el cambio o la evolución, según quién lo considere (yo optaría por la opción del cambio) en temas como Pariah o su single Information. Como dato relevante quiero decir que, cuánto más lo escucho, más me gusta, a pesar de los pesares. Así pues, será cuestión de seguir dándole oportunidades hasta poder captar la verdadera esencia de este disco.



Para culminar este mecanoscrito digitalizado, que ya estoy escuchando los primeros bostezos de los que todavía se resisten a no ceder en la lectura de este farragoso conglomerado de palabras que oso denominar "reseña", sólo puedo recomendaros, no encarecidamente puesto que me resulta absoluta y completamente indiferente la bazofia cósmica que escuchéis, que le déis una oportunidad a Dredg. No encontraréis un grupo con más personalidad, sonido propio y sensaciones en vuestras navegaciones de cabotaje por los turbulentos océanos de la música.

DISCOGRAFÍA

Leitmotif (1999)
El Cielo (2002)
Catch Without Arms (2005)
The Pariah, the Parrot, the Delusion (2009)

MIEMBROS

Gavin Hayes: Volista y guitarrista
Mark Engles: Guitarrista
Drew Roulette: Bajista
Dino Campanella: Batería y pianista

VIDEOTECA

DREDG - SAME OL'ROAD (El Cielo)



DREDG - BUG EYES (Catch Without Arms)



DREDG - INFORMATION (The Pariah, The Parrot, The Delusion)

1 comentario:

  1. Saint Patrick C.B.27 de mayo de 2009, 23:07

    Yo los he descubierto hace poco gracias a Funda y la verdad es que también me gustan bastante. Tampoco creo que esten al nivel de A Perfect Circle ni mucho menos de Tool, pero tienen un puntillo bastante guay.

    Un saludo y muy guapo el blog!

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